¿Alguna vez te has preguntado cuánto sabes sobre el dolor? Hoy ha llegado el día de que respondamos a esta pregunta. Me gustaría que realizásemos juntos una pequeña prueba sobre conocimientos básicos sobre dolor. Tranquilo/a, la nota final es lo de menos, pero es un buen ejercicio para saber desde qué punto se parte en este campo de estudio.  Por ello, te pido que cojas papel y lápiz, y anota números del 1 al 17. Todos las preguntas son de verdadero (V) o falso (F). Responderlas nos llevará un par de minutos. Las respuestas las encontrará más abajo en la entrada.

¡Realiza el examen sobre educación en dolor!

  • Los receptores de los nervios trabajan abriendo los canales de iones (compuertas) en la pared de los nervios. (1)
  • Cuando parte de tu cuerpo es lesionado, receptores especializados mandan el mensaje de dolor al cerebro. (2)
  • El dolor solo se da cuando te lesiones. (3)
  • El tiempo y la intensidad del dolor determina el tiempo y el numero de señales del nociceptor (receptor del peligro). (4)
  • Los nervios tienen que conectar una parte del cuerpo al cerebro para que esa parte pueda sentir dolor. (5)
  • En el dolor crónico, el sistema nervioso central se vuelve más sensible a la nocicepción (mensaje de peligro) que asciende por la médula espinal. (6)
  • El cerebro decide cuando experimentamos dolor. (7)
  • Los nervios se adaptan incrementando su nivel en reposo de excitabilidad. (8)
  • El dolor crónico nos informa de que una lesión no se ha curado. (9)
  • Los nervios se pueden adaptar fabricando más canales de iones (compuertas). (10)
  • Lesiones más graves siempre dan lugar a dolores más intensos. (11)
  • Los nervios se pueden adaptar abriendo durante más tiempo los canales de iones (compuertas). (12)
  • El potencial de membrana del nociceptor secundario es dependiente de la modulación descendente. (13)
  • Es posible tener dolor y no saberlo. (14)
  • Cuando te lesionas, el entorno en el que estás no influye en tu experiencia de dolor. (15)
  • Cuando te lesionas, las sustancias químicas liberadas pueden hacer a tus nervios más sensibles. (16)
  • Con el dolor crónico, las sustancias químicas asociadas con el estrés pueden activar de forma directa las vías de nocicepción (mensajeros de peligro). (17)

¿Por qué es importante conocer el nivel de conocimiento sobre educación en dolor?

Quiero agradecerte el tiempo invertido en esta prueba. Las preguntas que has respondido no las he formulado yo, sino que pertenecen al estudio realizado por Moseley y colaboradores (2003).  En este estudio se pasó la encuesta a dos grupos de pacientes (entrenados o no sobre cuestiones de dolor), así como a profesionales (médicos, fisioterapeutas, enfermeros…), que al igual que los pacientes, unos habían sido entrenados en cuestiones sobre dolor.  Cuando se analizaron los datos obtenidos, los investigadores observaron como los pacientes (personas sin formación específica en temas de salud) eran capaces de adquirir a un nivel muy similar los conocimientos sobre dolor de la misma forma que los profesionales. Llegando al caso, de que sus conocimientos sobre cómo funciona el dolor, eran superiores a los de los profesionales sin adiestramiento específico. 
Que el dolor sea una experiencia compleja, no quiere decir que los pacientes no puedan adquirir conocimientos que les ayude a recuperarse.
DANIEL VARELA

¿Qué evidencia científica tiene la educación en dolor?

Independientemente de la localización, intensidad o tiempo de sufrimiento, incorporar esta herramienta en el tratamiento ha demostrado ser eficaz en la reducción de la percepción del mismo, así como en la mejora de la calidad de vida del paciente (Watson J. A et al, 2019). Y es que no hay arma más poderosa que el conocimiento.  A pesar de estos hallazgos tan relevantes, lo más importante a la hora de obtener los beneficios de la educación en dolor es modificar ciertas conductas del paciente en relación al dolor.  Dentro de todas las conductas que no favorecen la recuperación de un proceso de dolor persistente, se podría destacar la evitación de actividades o tareas que provocan o han provocado dolor (Smichdt et al, 2016).  La perpetuación de estas conductas de evitación favorecen el aumento del catastrofismo y los niveles de fragilidad autopercibida por los pacientes, siendo una limitación muy importante del tratamiento. Por este motivo, centrar el plan de educación en modificar dichas conductas de evitación puede tener efectos muy positivos sobre la intensidad del dolor, la funcionalidad y el catastrofismo (Lee et al, 2016). En la figura se puede observar la mejora de los pacientes con dolor persistente con solo un mes de intervención sobre educación en dolor. 

¿Cómo la educación en dolor puede reducir las conductas de evitación?

Uno de los mensajes más importantes en los programas de educación en dolor, sobre todo en aquellos centrados en pacientes con dolor persistente, es la diferencia entre dolor y daño tisular.  Una herida o  lesión en los tejidos corporales no siempre provoca dolor. Esta situación es mucho más prevalente de lo que a priori podríamos pensar. Por ejemplo,  a todos nos ha ocurrido de levantarnos una mañana y ver en el espejo un moretón o hematoma del cual no recordábamos habernos dado ningún golpe recientemente.  A parte de experiencia personales como la descrita anteriormente, la evidencia científica ha demostrado que hay una gran cantidad de «patologías» que cursan de forma completamente asintomática. En los estudios transversales, donde se realizan pruebas de imagen (ej. radiografías o resonancias magnéticas), es muy frecuente encontrar signos de lesión en personas sin dolor (Culvenor et al, 2019). Si te parece interesante la especial relación entre las pruebas de imagen y el dolor, te recomiendo que leas esta entrada.  Estos resultados deben ser transmitidos a los pacientes con dolor de forma accesible y contextualizada. Las pruebas de imagen son relevantes, pero no determinan la experiencia de dolor de la persona. Se puede tener dolor sin que haya ningún indicio de lesión o patología; de la misma manera que se puede no tener dolor y que haya muchos indicios de lesión.  Por tanto, si tuviésemos que resumir el mensaje principal de la educación en dolor con el objetivo de reducir las conductas de evitación sería el siguiente: «Si sentir dolor no tiene porqué asociar un daño corporal. Cumplir tus actividades o tareas del día a día con niveles de dolor tolerables no va a suponerte ningún daño». 

¿Cuáles son los conceptos más importantes en la educación de pacientes con dolor persistente o crónico?

Ser profesionales de la salud entraña un importante rol educacional sobre nuestros pacientes. Tal y como hemos visto anteriormente, promover cambios conceptuales sobre una creencia catastrofista sobre el dolor, o con la idea de promover una conducta más activa para mejorar su situación actual, es vital en la recuperación. Sin embargo, la selección del concepto a transmitir y cómo hacerlo debe ser completamente individualizado en base a las características y necesidades del paciente. A continuación os dejo 3 de los conceptos que con mayor prevalencia encuentro necesarios de transmitir en mi día a día como fisioterapeuta: 

El dolor y el daño en los tejidos están relacionados, no asociados.

El dolor depende del balance entre seguridad y amenaza.

El dolor es muy dependiente del contexto.

Si a una persona con dolor le puede ayudar el conocer por qué se produce, cómo funciona y otras cuestiones relacionadas con su situación… ¿por qué no se habla más sobre educación en dolor?

Los modelos teóricos son el conjunto de ideas que nos ayudan en un determinado campo a dar explicación a los sucesos que en este ocurren y tomar decisiones.  En el campo de la salud podríamos diferenciar dos grandes modelo teóricos: biomédico y biopsicosocial. El primer requisito para poder llevar a cabo un proceso de educación en dolor es la colaboración del paciente. Si el rol del paciente es completamente pasivo (no toma responsabilidad de su estado de salud), no es posible llevar a cabo un proceso de educación que tenga como objetivo modificar ciertas conductas hacia el dolor.  Lamentablemente, en atención primaria y secundaria el modelo más predominante entre los profesionales de la salud es el biomédico. Por este motivo, muy probablemente no se dé la relevancia necesaria a la educación en dolor. 

Modelo Biomédico

Centrado en el proceso de la enfermedad, causada exclusivamente por factores biológicos. El paciente tiene un rol pasivo.

Modelo Biopsicosocial

Define el estado de salud por la interacción de diferentes factores (biológicos, sociales, psicológicos, económicos…). El paciente tiene un rol activo.

Conclusiones y respuestas al examen sobre educación en dolor

Ya conoces los efectos que un programa de educación en dolor puede tener sobre la intensidad del mismo, los niveles de catastrofismo y la funcionalidad de los pacientes. Es hora de que todos los profesionales sumemos esfuerzos para cambiar el modelo teórico predominante y avancemos hacia una perspectiva en la que se integre la participación del paciente como parte fundamental de los tratamiento.  Por último, aquí tienes la respuestas al examen. No olvides dejarme un comentario sobre qué te ha parecido esta entrada. Estaré encantado de contestarte. 
1) Verdadero 2) Falso 3) Falso 4) Falso 5) Falso 6) Verdadero 7) Verdadero 8) Verdadero 9) Falso 10) Verdadero 11) Falso 12) Verdadero 13) Verdadero 14) Falso 15) Falso 16) Verdadero 17) Verdadero