Bienvenidos y bienvenidas a una nueva entrada del blog de Healthy-Move en el apartado de dolor. En esta ocasión vamos a hablar de cómo la observación de acciones tiene una relevancia fundamental en lo procesos de perpetuación del dolor, y cómo esta herramienta es capaz de ayudarnos en su tratamiento.
¿Qué es el aprendizaje observacional?
Charles Darwin, naturalista inglés y uno de los investigadores más relevantes del siglo XIX, defendía la importancia de la selección natural en en la evolución biológica de todas las especies. La supervivencia del individuo dependía de su adaptación al entorno. Por tanto, el individuo mejor adaptado era quien más posibilidades de supervivencia tenía, permitiendo su reproducción y la continuación de la especie.
Más de doscientos años han pasado desde los viajes de Darwin a las islas galápagos, sin embargo, incluso a día de hoy existen ciertas respuestas (ej. Dolor y el miedo) cuyo objetivo principal es aumentar nuestra probabilidad de supervivencia.
La razón por la que nuestro cerebro recuerda el pasado es para predecir mejor lo que funcionará en el futuro.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas del aprendizaje observacional?
Veamos cuáles son las ventajas y desventajas del aprendizaje observaciones con un ejemplo: remontémonos millones de años atrás, cuando no existían grandes ciudades, civilizaciones o imperios, nuestra sociedad se reducía a los que vivían con nosotros en la misma cueva. En aquel momento, sí veíamos a un compañero comer una fruta que había encontrado en un árbol cercano, rápidamente esperábamos a la mañana siguiente para poder ir al mismo árbol, coger toda la fruta posible y así aumentar nuestra probabilidad de sobrevivir.
Pero… ¿Qué ocurre si a la mañana siguiente encontramos a nuestro compañero muerto?
Quizás lo primero que venga a la cabeza sea: “La fruta ha matado a mi compañero. No debo comer esa fruta”. Este aprendizaje asociativo basado en la observación ha sido una herramienta realmente válida para aumentar nuestra probabilidad de sobrevivir. Su carácter implícito, es decir, no consciente, ha modificado nuestro comportamiento y conductas de forma muy muy rápida. Ese antepasado que vió a su compañero muerto evitó cualquier contacto con el árbol de la fruta, y seguramente, con todos los árboles que diesen un fruto parecido.
Sin embargo… si volvemos a repasar los acontecimientos que han llevado a dicho aprendizaje, no existe una evidencia sólida de que la fruta haya sido la culpable de esa trágica muerte. Existen muchas otras explicaciones que podrían ser igualmente válidas, como un simple ataque al corazón, por ejemplo. Por tanto, ese aprendizaje asociativo basado exclusivamente en la observación no sería positivo. Si aprendo que no debo comer esa fruta, y esta no me provoca ningún daño, estoy disminuyendo mi probabilidad de supervivencia en ese entorno.
¿Cómo puede ayudar la observación de acciones en el tratamiento del dolor?
Observación de acciones y su influencia en la experiencia de dolor
Cuando una persona realiza una determinada acción, por ejemplo, levantar una caja del suelo, si en ese mismo instante siente dolor en la zona de la espalda, de forma muy rápida se realizará una asociación entre ambos acontecimiento. Lo mismo que ocurría con la fruta y nuestros antepasados. Si a esta asociación se le suma una prueba de imagen realizada el día posterior donde se evidencia un cambio en la estructura del disco intervertebral (ej.Hernia), se realizará una actualización del esquema de aprendizaje.
Levantar una caja del suelo → Imagen de la hernia → Compresión de los tejidos → Dolor
Si este aprendizaje asociativo fuese cierto, cualquier persona que presentase la imagen de una hernia discal en su espalda, debería de referir un dolor inmenso cuando realiza actividades como levantar una caja. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que es frecuente y normal encontrar cambios estructurales en personas sin dolor. Simplemente por adaptación de los tejidos a la carga durante toda su vida (Brinjikji et al, 2015).
Este tipo de estudios, que se han realizado en una gran cantidad de localizaciones corporales, así como en diferentes tejidos, demuestran que no existe un relación de causalidad entre estos el cambio estructural y el dolor. Por ello, investigadores más modernos han desarrollado otras definiciones de dolor más acordes a la evidencia científica actual.
El dolor es una experiencia esculpida a lo largo del tiempo por un mosaico de factores únicos de la persona
¿Cómo influye el entorno en la respuesta de dolor?
Las diferencias entre ambas definiciones son abismales. Esta última me gusta realmente, pues otorga al aprendizaje un papel fundamental en la respuesta de dolor. El conjunto de experiencias, que pueden ser adquiridas por la simple observación del entorno, van a determinar esta respuesta de protección.
Un juego muy divertido que nos puede ayudar a entender como la observación es vital en nuestra relación con el entorno, es el paradigma de Posner. Para ello, se pide a una persona que decida hacia donde se ha movido un determinado elemento de la pantalla (ej. cuadrado blanco) lo más rápido posible. El paradigma de Posner nos ayuda a demostrar cómo la experiencia previa de la observación determina nuestra respuesta ante las demandas del entorno.
La dificultad del ejercicio aumenta debido a que previo a la aparición del cuadrado blanco en un lado u otro, aparece otro elemento parecido (ej. marco blanco) que puede estar en el mismo lugar que aparecerá el cuadrado o en el contrario. Por tanto, el aprendizaje que realicemos a través de la observación previa del marco, puede determinar nuestra respuesta de localizar la posición del cuadrado.
¿Quieres un nuevo ejemplo de la relación entre el dolor y la observación de acciones?
Sin embargo, si otro niño observa la escena, puede llegar a crear una conducta de evitación hacia el juego para no caerse, sentir dolor y terminar llorando como su compañero.
Si el niño que observaba al compañero se cae, siendo el golpe muchísimo menor que el anterior y sin ningún daño sobre la piel, lo más probable es que se presente dolor, aún no representando una amenaza potencial la propia caída.Este ejemplo, al igual que ocurre con el del hombre que levantaba una caja, nos ayuda a entender como una acción que aparentemente no supone una amenaza real para nuestra supervivencia puede desencadenar una respuesta de protección como el dolor.
Sin embargo, en ambos ejemplo, las conductas aprendidas a través de la observación pueden llegar a suponer un verdadero riesgo para la supervivencia. Pues puede necesitar cargar peso en su trabajo, que es su sustento a nivel económico; mientras que el niño necesita del juego para su desarrollo psicomotor, así como emocional y social con otro niños. Por tanto, el aprendizaje observacional, que a primera vista puede ser de gran utilidad biológica (mejorando la probabilidad de supervivencia), puede convertirse en un limitante cuando el esquema asociativo es negativo.
¿Podemos modificar conductas de evitación al dolor con la observación de acciones?
En el mundo del entrenamiento hay una frase que dice: “cuando la carga es el problema, la carga es la solución”. Esta frase se emplea frecuentemente con deportistas que están sometidos a una carga excesiva de entrenamiento, y comienza a no adaptarse de forma positiva. Este fenómeno se suele conocer como sobreentrenamiento. Utilizando el mismo esquema que la frase anterior, mi propuesta para el dolor es que “cuando el aprendizaje es el problema, el aprendizaje es la solución”.
Si una persona lleva con dolor un periodo largo de tiempo, la cantidad de esquemas asociativos negativos que ha realidad será muy influyentes en la respuesta de dolor. Por otro lado, si esta respuesta se perpetúa en el tiempo, ya nos indica que los factores relacionados con los tejidos no tendrán una gran relevancia. Ningún proceso inflamatorio dura años. Con lo cual, debemos centrarnos en el aprendizaje que ha podido tener este paciente a lo largo de los años.
Exposición gradual, la respuesta a las conductas de evitación al dolor
Los investigadores, como Apkarian, han observado que cuantas más conductas de evitación estén presentes, mayor es la probabilidad de que persista la respuesta de dolor. Parece lógico que cuanta mayor amenaza se perciba, el sistema necesite una mayor respuesta de protección (ej. dolor) para asegurar su supervivencia. El objetivo con dichas conductas es el de actualizar los esquemas asociativos negativos (ej. doblar la espalda puede dañar y mi espalda y hacer que me duela), por otros más positivo (ej. he doblado la espalda y no he sentido más dolor) (Vachon-Presseau et al, 2016) .
Beneficios de la exposición gradual a través de la observación de acciones
Combatir conductas de evitación frente a tareas con las que se ha sentido dolor y que no suponen una amenaza para la supervivencia.
Aumentar el número de tareas que puede realizar sin dolor, mejorando su autoeficacia y calidad de vida.
Disminuir la percepción de amenaza sobre diferentes tareas o situaciones.
¿Cómo crear un programa de exposición gradual a través de la observación de acciones?
Cuando trabajas con personas que sufren de dolor durante un periodo importante de tiempo, es fundamental plantear un trabajo de exposición gradual frente a las tareas que suponen una gran amenaza y que evita por no sentir más dolor.
El primer paso para no aumentar esa amenaza, es exponer a la persona a la tarea (ej. levantar una caja del suelo) desde un entorno de seguridad. Una herramienta muy útil es utilizar la observación de acciones. Ver a otra persona levantando una caja provoca en el cerebro del observador una actividad neural muy parecida a la que se obtendría si realmente levantara la caja. Este hecho es conocido como hipótesis de equivalencia funcional, y también está presente en los efectos de la imaginería motora.
Ejemplo en paciente con dolor de espalda
Para poder actualizar el esquema de aprendizaje asociativo negativo de mi paciente con dolor de espalda, podemos utilizar la observación de la acción para cambiarlo por uno más positivo.
Veo transportar una caja pesada→ la persona sonríe→ transportar una caja no le provoca dolor
De forma gradual, podemos incrementar la amenaza percibida sobre la acción que el paciente observa.
Veo levantar a una persona una caja del suelo → para levantar la caja está doblando la espalda → ha conseguido levantar la caja con esfuerzo, pero sin dolor
Con este proceso de exposición gradual a través de la observación conseguimos disminuir la amenaza percibida frente a dicha tarea o acción. El hecho de que la actividad cortical sea muy parecida entre la observación y la ejecución de la tarea, permite al paciente empezar a actualizar su esquema de aprendizaje asociativo por uno más positivo, en el cual no está la asociación entre levantar una caja y sentir dolor. El siguiente paso que se debe de seguir para afianzar el aprendizaje de este “nuevo” esquema asociativo es que la persona obtenga una feedback ejecutando la tarea. A este proceso se le conoce como exposición in vivo (Vlaeyen et al, 2016).
Conclusiones sobre la observación de acciones y el tratamiento del dolor
El aprendizaje observacional es de gran utilidad biológica cuando la tarea o estímulo amenazante pone en riesgo nuestra supervivencia. Sin embargo, las conductas de evitación a sentir más dolor relacionadas con el aprendizaje observacional facilitan la persistencia del dolor en el tiempo.
Por tanto, actualizar los esquemas asociativos negativos, como en el ejemplo de la caja, por unos más positivos es completamente necesario para la mejora de la calidad de vida del paciente y su completa recuperación.
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Como siempre una gran aportación de un gran profesional
Muchísimas gracias Caser!! ¡Que honor que leas mi blog!