Si has probado decenas de ejercicios y no mejoras tu movilidad de tobillo, incluso sigues con molestias en la parte anterior al hacer sentadilla profunda, ¡hoy te traigo una posible solución!
El flossing o la aplicación de vendajes elásticos junto al ejercicio físico ha demostrado ser efectivo para la mejora de la movilidad en flexión dorsal de tobillo (Pisz A et al, 2020). En esta revisión con metaanálisis de Pisz A y colaboradores (2020) se recogieron todos los artículos científicos que habían estudiado de forma específica los efectos del flossing sobre la mejora del rango de movimiento en el tobillo. De esta forma, las revisiones con metaanálisis nos ayudan a extraer conclusiones más claras sobre si el flossing mejora o no la movilidad de tobillo.
En todos los estudios incluidos se había comparado utilizar el flossing con no utilizarlo (grupo control). Esta comparación es muy importante, ya que la calidad de los estudios científicos dependen en gran medida en la selección adecuada del grupo control. En este caso, ambos grupos realizaban los mismo ejercicios de movilidad de tobillo (2 minutos realizando flexión dorsal y plantar sin carga), con la única diferencia de utilizar o no flossing.
¿Cómo utilizo el flossing para mejorar la movilidad de tobillo?
En primer lugar, antes de aplicar el flossing es muy importante realizar uno o varios test que nos informen sobre la movilidad del tobillo en un determinado movimiento. La selección del movimiento y del test vendrán definidos por la anamnesis o entrevistas del paciente.
Por ejemplo, si el paciente refiere dolor en la cara anterior del tobillo al bajar las escaleras, valoraremos la flexión dorsal a través del wall test (vídeo).
Además del test, podemos añadir una escala numérica para que el paciente nos refiera la intensidad del dolor al realizarlo. Ya con los valores basales, estamos en disposición de aplicar el flossing y el ejercicio como medio de mejora de la movilidad.
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¿Quieres conocer qué mecanismos están detrás de los beneficios del flossing?
Los artículos que están incluidos en la revisión de Pisz A y colaboradores (2020), como por ejemplo los de Driller M.W y colaboradores (2016) tratan de explicar las mejoras en la movilidad de tobillo a través de las hipótesis descritas en el libro de Starret K y Cordoza G. Sin embargo, estas hipótesis no son apoyadas por la literatura científica actual. Dicha controversia se explica de forma más detallada en esta entrada.
Para poder explicar las mejoras del flossing sobre la movilidad articular podemos hacer referencia a diferentes modelos teóricos. En la entrada de la ciencia tras el flossing se hace hincapié en la teoría de la neutoetiquetas descrita por Wallwork S.B y colaboradores (2015). En la sección del blog sobre dolor podéis encontrar la siguiente entrada donde explico esta teoría y el funcionamiento nuestro cerebro a través de una analogía muy divertida del sistema político.
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