Son muchísimas las personas sufren de dolor de muñeca, siendo más prevalente en deportistas y trabajadores que tienen que enfrentarse a grandes demandas sobre la muñeca (Ferguson R et al, 2019). Además, el dolor de muñeca tiene un impacto directo en su rendimiento deportivo (Kox LS et al, 2017).
Los estudios científicos ya nos avisan de la importancia de un correcto diagnóstico a la hora de trabajar con personas con dolor de muñeca (Pang EQ et al, 2017). No basta con hacer una resonancia o una radiografía para ver si existen cambios en los tejidos. Es normal encontrar alteraciones en personas sin dolor (Couzens G et al, 2014). Por ejemplo, en un grupo mismo de edad (menores de 50 años) es igual de probable encontrar algún tipo de lesión en la muñeca en personas con dolor y sin dolor (Roh YH et al, 2018).
Los expertos en dolor de muñeca aconsejan incluir una valoración exhaustiva sobre el estado funcional de la persona que acude a consulta con dolor en la muñeca (Kox LS et al, 2017). Las limitaciones en los rango de movilidad, la disminución de la fuerza o las conductas de evitación ante ciertas tareas por miedo a incrementar el dolor, son barreras importantes en la recuperación. Por ello, utilizar el flossing como medio activo en la rehabilitación junto al ejercicio ayudará a mejorar funcionalmente y a disminuir el dolor de la persona con dolor de muñeca.
Caso Clínico de Enfermedad de Kienböck y Recuperación con Flossing
En 2018 se publicó el primer estudio de caso sobre la efectividad del flossing en un jugador joven de baloncesto que sufría de dolor de muñeca (Cage SA et al, 2018).
El jugador reportaba dolor de muñeca con más de un año de evolución en la cara dorsal, así como rigidez y debilidad en acciones que involucrasen a la muñeca. El equipo médico decidió realizar una resonancia magnética, donde se observó una necrosis del hueso semilunar (Enfermedad de Kienböck) (imagen).
Durante el debate sobre las opciones de tratamiento disponibles para el caso, el jugador eligió finalmente el tratamiento conservador. Como objetivo final de la rehabilitación propusieron la vuelta a la actividad competitiva en su último año como jugador universitario.
El tratamiento conservador consistía en la aplicación del flossing en la muñeca durante 3 minutos realizando ejercicios de movilidad (círculos en ambos sentidos) , siempre respetando la tolerancia del jugador. Más adelante tienes una foto como ejemplo de la aplicación más común del flossing en la muñeca.
Es muy importante aclara que tras el flossing, comenzaba una sesión de ejercicio sin flossing. La duración de la intervención fue de 6 semanas.
Índices de Evolución del Dolor de Muñeca y Resultados con Flossing
CUESTIONARIO FUNCIÓN
Índice de discapacidad de muñeca y mano (Wrist/Hand Disability Index). Este índice fue medido cada semana. Durante las 6 semanas de tratamiento con flossing, el WHDI aumentó significativamente en un 45%, de 3,3 (semana 1) a 4,8 (semana 6).
INTENSIDAD DOLOR
Fue medida a través de una escala analógica visual (EVA) de 10 cm. La intensidad del dolor disminuyó significativamente en un 88%, de 5,8 cm (semana 1) a 0,7 cm (semana 6).
El flossing y los ejercicios fueron eficaces en la disminución del dolor de muñeca y en la mejora de la funcionalidad. Finalmente, el jugador de baloncesto pudo volver a la actividad competitiva. Sin embargo, fue una verdadera lástima que no se repitiese en el caso clínica una segunda resonancia magnética para ver si hubo una mejora en el estado vascular del hueso semilunar. Pero, como en cualquier estudio, siempre existen limitaciones metodológicas.
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